lunes, 18 de octubre de 2010

San Cor-te / El último recurso de los trabajadores

*Por Esteban Santantino


Es la desesperación la que en situaciones complejas lleva a la gente a tomar medidas extremas. Muchas veces se oyen relatos en los que una persona que estaba gravemente enferma y para cuya sanación “los médicos no podían hacer más nada”, logra una recuperación inexplicable, tras un hecho milagroso que sucede por intermedio de una entidad o personalidad mística o religiosa. La gente que rodeaba entonces al enfermo, se entrega a una devoción por este hecho y las promesas se cumplen para seguir agradeciendo y pidiendo por los seres queridos.


El 17 de mayo de este año en el Centro de Distribución Rosario de la empresa láctea SanCor, los trabajadores sufrieron 5 despidos. No salieron a las rutas a armar barricadas y prender cubiertas para que sean reincorporados. Muy por el contrario, decidieron recorrer todas las instancias conciliatorias que se encuentran estimadas en los instrumentos administrativos del Estado, sin embargo la empresa no solo “violó la conciliación voluntaria a la que se había adscripto (en el marco provincial), sino que desconoció también la de carácter obligatorio que dictó el Ministerio de Trabajo de la Nación" .

La lucha de los trabajadores por lograr la reincorporación de los compañeros continuó con múltiples modalidades hasta que, cuatro meses más tarde, el 6 de septiembre una nueva oleada de despidos castigó a los obreros. ¿Salieron entonces a cortar la ruta y prender cubiertas para ser reincorporados? Nada de eso, decidieron acampar frente a la empresa en forma de protesta y para mostrar la solidaridad de los trabajadores. Para que se entienda que sin importar a quién le había tocado en esta vuelta de despidos quedar afuera, los laburantes iban a estar unidos. La empresa decidió entonces generar un “lockout” de la planta, trasladándose a la ciudad de Gálvez, aún cuando la mayor parte de su actividad estaba orientada a la ciudad de Rosario.

El tiempo pasó, y las respuestas no llegaron. Se fue la primer semana de acampe, y nada. Pasaron 15 días, y nada. Más de un mes de conflicto abierto en las puertas de la empresa y medio año de disputas por la reincorporación de los despedidos en mayo, y nada.

Fue entonces cuando la desesperación ganó los sentimientos de los obreros. Los recursos se agotaban y las respuestas no se avizoraban ni siquiera en un horizonte lejano. Así fue como llegó el triste momento del corte, Héctor Romero, delegado de los trabajadores, afirmó a la agencia informativa www.indymedia.org que "Es la medida que tenemos como último recurso. Hace un mes (que) estamos frente a la planta de paro y acampe y SanCor no sólo no se sentó a negociar, sino que trasladó ya el trabajo que hacíamos acá a otras distribuidoras, dando asueto a todo el personal".

Fue entonces también cuando los muchachos aparecieron en muchos medios. Sin embargo no son ellos la noticia, no es su lucha la noticia.

Poco o nada se dice del medio año que lleva el conflicto laboral, ni de los más de 37 días que llevan acampando frente a la empresa. Y esto es así simplemente, porque todo se reduce al corte.

Todos los despedidos son activistas gremiales y por ello la semana próxima habrá una jornada especial en el Concejo Municipal de Rosario a fin de tratar la cuestión sobre la defensa de las fuentes de trabajo y la libertad sindical.

Parece entonces que una vez más, fue “san corte” el único que oyó las plegarias de los trabajadores, porque los “médicos” del Estado y la empresa ya nadan podían hacer por ellos.

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