lunes, 15 de noviembre de 2010

A buscar otras alternativas // Entre lágrimas y carcajadas

*Por Elcar Grieco

Parece extraño, pero no lo es. Daniel Vila se postuló para presidente de la Asociación del Fútbol Argentino. Pero eso no es lo extraño. Lo más sorprende es el discurso, o más bien la bandera, que pregona, con el objetivo de ocupar el sillón que hoy parece estar atornillado al culo del nefasto Julio Humberto Grondona. Ese discurso tiene que ver con federalizar y democratizar el fútbol argentino. Suena lindo. Suena agradable, rebelde, vanguardista. Como título, o como caballo de batalla, esboza una seducción a la cual es difícil escaparle. Pero a lo que sí es más fácil huirle, es al nombre Daniel Vila.

¿Quién es Vila? ¿El presidente de un pequeño club de fútbol del interior del país, más precisamente de la provincia de Mendoza? Sí, ese mismo. El presidente de Independiente Rivadavia de Mendoza –equipo por el que pasó Ariel Arnaldo Ortega durante el proceso de su desintoxicación-. Pero no es sólo eso. No es la única profesión o el único cargo que ocupa. Daniel Vila es, a su vez, uno de los referentes –y dueño- del segundo monopolio más grande de la Argentina en materia de medios de comunicación: el Grupo Uno.

Acá es en donde retumban –y se caen a pedazos- las palabras “federalización” y “democratización”. Porque cómo puede llegar a ser posible, de qué extravagante manera, se logran combinar en una misma persona cuestiones que tienen que ver con la concentración, monopolización y dominación de una actividad, con la democracia y el federalismo de otra. Definitivamente son polos totalmente opuestos. Que se repugnan, que se rechazan. Que bajo ningún punto de vista son compatibles.

El proyecto presentado por Daniel Vila, que apunta a la “solidaridad, transparencia, democratización y federalización” del fútbol nacional, es una gran iniciativa. Tiene muchas cosas buenas. Intenta abrir el juego que sólo se encuentra en manos de unos pocos clubes. Pero no es compatible con la cara –y la trayectoria- de quien lo propone.

Hace 31 años que Grondona es el mandamás –y dueño absoluto- del deporte más popular del país. Es necesario un cambio. Es necesario democratizar y federalizar el fútbol. Pero no parece cierto que ese cambio intente venir de la mano de Daniel Vila. Por eso señores, a buscar otras alternativas.

No hay comentarios.: