El poder de ser invisible

*Por Esteban Santantino

Seguramente de chiquitos imaginaron alguna vez, qué pasaría si tuviesen el poder de volverse invisibles. Qué lugares visitarían, sin ser vistos o a quiénes podrían espiar y miles de situaciones más. Esto era lo más hermoso de ser niños, uno podía imaginar universos de posibilidades ilimitadas y disfrutar de esos viajes cósmicos a los que sólo la insaciable mente de un pequeño ser te puede llevar.

Sin embargo, a lo largo de la vida uno aprende que si bien es posible volverse invisible, sólo lo es de una manera trágica y dolorosa. Sencillamente porque la única manera de que no te vean, es que no te miren, que te ignoren, que tu existencia sea indiferente para el resto… y eso siempre, es doloroso.

Adam Ledesma supo esto desde hace muchos años. Inmigrante boliviano, radicado en una villa de la Capital Federal, entendió el espantoso sentido de la invisibilidad en el mundo de los adultos, de la peor manera posible. Lejos de convertirse en una víctima, Adam logró construir colectivamente con su gente, con su barrio, con sus vecinos cercanos y los no tan cercanos, su propio multimedios. Un “multimedios villero” publicó el sitio de internet http://www.lavaca.org/.

Así nació hace dos años el periódico “Mundo Villa”, que se distribuye gratuitamente en los barrios precarios de la ciudad de Buenos Aires, a lo que se le sumó el canal “Mundo Villa Tele Visión”, la página de internet www.mundovilla.com y el trabajo en conjunto con un grupo de FM instaladas en los asentamientos. Así que invisible será solo para el que no quiere ver, que como todos sabemos es el peor de los ciegos.

Los titulares de mundo villa son el mejor ejemplo para entender de qué estamos hablando. “Desastre ambiental: niños intoxicados con plomo. Desperdicios tóxicos provocan enfermedades en Villa 20. Ni la Nación ni el Municipio toman medidas”; “Cooperativas de trabajo en las villas. Los dueños viven fuera de las villas y nos subcontratan a nosotros por dos mangos y ellos viven a expensas del trabajo de los pobres”; “Dos policías golpean brutalmente a joven por ser hijo de boliviana”.

Por supuesto que estas noticias no nos resultan familiares. Otra noticia que quizás no hayamos oído, es que luego de haber declarado que el recientemente inaugurado canal de tele de la villa les iba a servir para “…escrachar a los que vienen en 4x4 a comprar droga al barrio”, a Adam Ledesma lo mataron acribillado a puñaladas. Adam Ledesma fue asesinado el 3 de setiembre en la Villa 31bis, tenía 33 años, no hay culpables ni sospechosos en prisión, los vecinos siguen marchando y reclamando por justicia, pero claro no son muchos los titulares que

hablen de ello.

El relato de la muerte de Ledesma, tal cual aparece publicado en www.lavaca.org, es un reflejo de cómo era Adam: “Ledesma respondió al llamado de un vecino, a las 4 de la mañana, para que se haga cargo de reparar la luz que había sido cortada. Era el delegado de su manzana y esa era su responsabilidad. Poco después, dos vecinas que se dirigían a su trabajo lo encontraron tirado y con varias puñaladas. La ambulancia llegó como es habitual en la villa: horas después.”

Las palabras de Adam Ledesma en la inauguración del canal Mundo Villa TV representan el espíritu de libertad que existe dentro de todos aquellos que a pesar de todo siguen y seguirán por siempre luchando para ser cada vez menos invisibles: “el canal de televisión es una obra muy ansiada por todos nosotros los vecinos de la Villa 31 y 31bis, en el cual nosotros como ciudadanos de esta villa vamos a poder trasmitir desde adentro hacia afuera que hay mucha gente que realmente trabaja, gente honesta, gente buena como en todos lados. Hay de todo tanto en “el centro” como acá en el barrio pobre, en las villas y todo tipo y clase de gente y nosotros somos seres humanos como cualquiera…”.